domingo, 21 de septiembre de 2014

Novena. 9º día. La gloria.


“Ellos les dijeron: ¿por qué buscáis al vivo entre los muertos? No está aquí ha resucitado. Recordad lo que os dijo estando todavía en Galilea, a saber: este Hombre tiene que ser entregado a los pecadores y será crucificado; y al tercer día resucitará”.

Lc 24, 5-7

 

Meditación.

 

Para el cristiano el martirio no es una condena sino un honor, la culminación de la propia vida que se funde con la de Cristo en la cruz del cadalso. D. Pascual fue enterrado primero en cementerio de Llosa de Ranes, concluida la contienda en Montaverner para finalmente descansar en la capilla de la Virgen de Loreto. El 11 de Marzo de 2001 el Papa Juan Pablo II elevó a los altares a nuestro beato junto con 232 compañeros mártires. Desde aquel día recibe en la parroquia de Montaverner culto y veneración pública.  Valgan para concluir estas palabras que dirigió el Papa en la misa de su beatificación:

“Queridos hermanos, en diversas ocasiones he recordado la necesidad de custodiar la memoria de los mártires. Su testimonio no debe ser olvidado. Ellos son la prueba más elocuente de la verdad de la fe, que sabe dar un rostro humano incluso a la muerte más violenta y manifiesta su belleza aun en medio de atroces padecimientos. Es preciso que las Iglesias particulares hagan todo lo posible por no perder el recuerdo de quienes han sufrido el martirio.

Al inicio del tercer milenio, la Iglesia que camina en España está llamada a vivir una nueva primavera de cristianismo, pues ha sido bañada y fecundada con la sangre de tantos mártires. Sanguis martyrum, semen christianorum! ¡La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos! (Tertuliano, Apol., 50,13: CCL 1,171). Esta expresión, acuñada durante las persecuciones de los primeros siglos, debe hoy llenar de esperanza vuestras iniciativas apostólicas y esfuerzos pastorales en la tarea, no siempre fácil, de la nueva evangelización. Contáis para ello con la ayuda inigualable de vuestros mártires. Acordaos de su valor, "fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre" (Hb 13,7-8)”.

Hoy elevamos nuestra plegaria por cuantos cada día se encomiendan a la intercesión del beato Pascual Penadés, un hombre de nuestro pueblo, el cristiano más grande que ha tenido nuestro parroquia, pues ha sido elevado a los altares.

                          Salmo 124

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,

creíamos soñar;

se nos llenaba de risas la boca,

la lengua de júbilo.

Hasta los paganos comentaban:

El Señor ha estado grande con ellos.

El Señor ha estado grande con nosotros,

y celebramos fiesta.

Cambia Señor, nuestra suerte,

como los cauces del Negueb.

Los que sembraban con lágrimas

cosechan con júbilo.

Al ir iba llorando

llevando la bolsa de semilla;

al volver vuelve cantando

llevando sus gavillas.

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