“Respondieron: Rabí (que
significa maestro), ¿dónde resides? Les dice: Venid y ved. Fueron, pues, vieron
donde residía y se quedaron con él aquel día.
Jn 1,38
Meditación.
Fue el sacerdote tortosino Mossen Domingo Sol, quien fundó la Hermandad de Sacerdotes
Diocesanos en 1883. Un año después el 1 de octubre inauguró en la calle
Alboraya de Valencia el Colegio de Vocaciones Eclesiásticas de San José. Y allí
se trasladó D. Pascual. Aquel muchacho tomó su maleta y aprovechando el paso
del ferrocarril emprendió rumbo a la ciudad del Turia. Fueron años de formación
y estudio, siguiendo las líneas del fundador, quien quiso elevar el nivel
espiritual e intelectual de los seminarios. Aquel niño creció en un ambiente de
comunidad marcado por el estudio, la oración, las prácticas de piedad, la misa y
una fuerte disciplina.
Al contemplar a D. Pascual elevamos la plegaria por quienes
tienen la tarea de educar a los niños, adolescentes y jóvenes, tanto en las
parroquias como en las escuelas. Hoy no es fácil enseñar valores y lograr éstos
construyan su vida desde el Evangelio. A D. Pascual como niño que era, criado
en el ambiente de un pueblo de mil habitantes, rodeado del afecto de su familia
y vecinos, el traslado a una gran ciudad, lejos de su hogar y su parroquia,
representó un notable sacrificio, un desprenderse de lo suyo para entregarse a
Cristo. Y esta experiencia vivida como niño, adolescente y joven, con todas las
dificultades propias de su edad. Pero contó con buenos profesores y superiores
que le ayudaron.
También nosotros hoy pedimos a D. Pascual por los adultos
para que seamos personas rectas, con valores que no sólo los enseñemos sino los
vivamos el Evangelio.
Salmo 126
Si el
Señor no construye la casa
en vano
se cansan los albañiles;
si el
Señor no guarda la ciudad
en vano
vigilan los centinelas.
En vano
os levantáis temprano
y
retrasáis el descanso,
los que
coméis un pan de fatigas;
No hay comentarios:
Publicar un comentario